La iglesia de Santa María ha abierto sus puertas durante las fechas estivales y han sido más de medio millar de turistas los que han podido disfrutar de la arquitectura y escultura de nuestro templo en el que destaca su retablo mayor realizado por Diego Guillén en 1550, joya exclusiva del Plateresco burgalés.
Además de poder comtemplar el arca con los restos de las cabezas de los Siete Infantes de Lara y de su ayo Nuño Salido, uno de los emblemas de la ciudad de Salas de los Infantes.